El Ayuntamiento de Córdoba ya tiene anunciada la becerrada homenaje a la mujer cordobesa que cada año celebran en la plaza de torturas de esa localidad.
Un festejo taurino barato a disposición de profesionales, aficionados o de quién quiera divertirse acorralando a un animal, que normalmente no pasará de los dos años de edad, y torturándolo sin compasión hasta darle muerte.
La Becerrada Homenaje a la Mujer Cordobesa, es una matanza reservada exclusivamente para la mujer, con signos evidentes de machismo. Y que la mayoría de las mujeres reciben como reconocimiento de sufrimiento y odio hacia el toro, pués es así como en este festejo se recoge el sentimiento de tortura y sacrificio hasta la muerte de muchas que padecieron a lo largo de la historia a manos del machismo cruel.
En el mundo de la tauromaquia, la mujer nunca ha tenido ningún papel, exceptuando la presencia de las féminas exageradamente ataviadas con caras y extravagantes vestimentas, haciendo alarde una vez más de la superficialidad y frivolidad que tiene la representación de la mujer en el mundo del toro, donde parecen estar hechas para los toreros por el mismo patrón, hembras atractivas o despampanantes, incultas casi todas por muchos arreglos que se hagan físicamente, frívolas y si llevan añadido algún título nobiliario o exhiben sus encantos físicos (porque otros no tienen) por las pasarelas, mucho mejor para la promoción y enriquecimiento tauromáquico. A ese tipo de hembra, sí le va el mundo del toreo, en él consiguen popularidad y riquezas; pero esa es la hembra del macho, no es la mujer en la que se refleja la mayoría de las mujeres.
Entonces propongo a los taurinos que afirman que la tauromaquia es tradición, arte y cultura, que hagan la fiesta entre ellos y sus hembras, así conservarán la tradición con la sumisión de ellas que se prestarán gustosamente a que hagan con ellas todo lo que al noble animal que no ha pedido que lo torturen le practican salvajemente, y que con mucho arte de paseíllo en las pasarelas darán un espectáculo al que probablemente se apuntaría el 100% del pueblo español, y no un 16%. Saldrían ganando mucho más, incluso si subieran el precio de las entradas.
La mujer en el mundo del toreo es otra víctima más del repugnante negocio de la tauromaquia, la utilizan para sus beneficios y diversión, la mujer en el mundo del toro no tiene ni voz ni voto, es manejada como manejan al ganado de un terreno a otro, con la diferencia que a ellas no las pueden matar cruelmente porque entonces si que no quedarían impunes ante la ley, una ley que legaliza la tauromaquia por y para negociantes sin escrúpulos.
Acorralar a un animal y lincharlo hasta su agónica muerte, traspasa cualquier tipo de ética, agravándose aún más si el animal es bebé o no ha alcanzado la madurez, como es en el caso de las becerradas; y dedicárselo al sexo femenino es de un cinismo tal por parte de los políticos que lo permiten y apoyan digno de perder todo tipo de esperanzas en ellos.
Señores taurinos, mujer es una palabra tan importante como hombre. Les explico la diferencia entre hembra, que es lo que ustedes conocen, y mujer; la hembra es la que se empareja con el macho; la mujer es la compañera del hombre, del hombre que no presume de macho porque humille con arrogancia a cualquier ser vivo, sea humano o animal y que se distingue del macho por muchas más cualidades que éste desconoce.
Los que defendemos la vida de los demás, estamos en un bando diferente a los que no respetan la vida de los animales que se creen que por saber hablar ya son dueños del mundo, y son taurinos esos que nos tachan con manipulaciones y falacias a los abolicionistas de violentos e incultos, pero que tenemos la gran inmensa suerte de vivir lejos de su mundo que sí es violento, bárbaro, cruel, sanguinario, repugnante y de los mayores crímenes de la historia. Y que seguiremos trabajando para conseguir que estas salvajadas propias de criminales astutos y repugnantes que somete a todo aquel que se deja, por un puñado de euros, terminen porque se vayan desvaneciendo en el olvido a través de nuestras publicaciones con las que les desenmascaramos y mostramos la verdad con pelos y señales, por mucho que taurinos y políticos se empeñen en querer vender lo invendible.