Cada año por las fiestas de San Juan, un joven escogido a sorteo entre los de la ciudad era corrido por las calles y se defendía con dos navajas o puñales de los ataques de los demás. Casi siempre solía morir. Pero un año le tocó en suerte al hijo de una rica dama del pueblo. Ésta, angustiada, lo cambió por un toro, y desde entonces, este cruel encierro es el centro de las fiestas de Coria.
Actualmente, el toro deambula por el pueblo durante horas y recibe en sus carnes los dardos que le arrojan los vecinos con sus cerbatanas. Cuando su agotamiento le vence y se acuesta, los mas aguerridos mozos le cortan los testiculos mientras agoniza.
Decenas de personas lanzan dardos al toro, mediante soplillos o cerbatanas, durante horas. Los dardos punzantes, decorados con papel, se clavan por todo el cuerpo del animal, incluido morros y ojos.
Los toros de Coria se conocen también como los toros “acericos”, en alusión a las almohadillas en que los sastres clavan sus alfileres, ya que al final de espectáculo el animal está tan cubierto de cientos de dardos que asemeja un acerico lleno de alfileres.
Al entrar en la plaza, el toro sufre una entrada espectacular: en la puerta le esperan unos mozos, con unos punzones decorados con guirnaldas muy coloridas, para enganchárselas en el morro al toro.
El muro se conoce como el de "los sustos".
Al entrar en la plaza, le esperan otros mozos que continúan con el mismo sufrimiento hasta que, tras unas dos horas, cuando el animal agonizante ya no resiste más, se acaba con él a tiros de escopeta y se le cortan los testículos.
- El toro de La Vega:
Hacia las 11 de la mañana del martes, da comienzo el Toro de la Vega, tradicionalmente en la Plaza Mayor ( aunque actualmente se hace desde una calle cercana - la de San Antolín ). Desde allí va haciendo el recorrido tradicional por las calles de la villa hasta el puente. Atravesando el puente, el toro se enfrenta a su suerte. Al otro lado le esperan caballistas y peones provistos de lanzas que no pararán hasta matarle a través de un espacio acotado de la amplia vega que se extiende al otro lado del río. Este Torneo se rige actualmente por unas normas establecidas por el Ayuntamiento de Tordesillas, que básicamente consisten en la prohibición de intentar abatir el toro hasta que no llega a una zona delimitada a tal efecto y la total prohibición del uso de cualquier vehículo a motor en la zona del Torneo.
El mozo que haya conseguido darle al lanzazo mortal tiene el derecho de arrancar los testículos al toro y mostrarlos orgulloso en el extremo de su pica.(Desde hace varios años, esto último no se permite, aunque algunos bestias lo intenten). El Ayuntamiento otorga al ganador una insignia de oro y le obsequia con una lanza de hierro forjado.
- Correbous/Toro de fuego o embolado:
Antes de soltarlo por las calles, le atan una cuerda en los cuernos y lo llevan a la fuerza hasta un poste, donde lo inmovilizan.
Entonces, le colocan en los cuernos un artefacto rematado en dos antorchas con material inflamable a las que le prenden fuego y a continuación lo sueltan por las calles del pueblo.
La diversión, consiste en ver cómo corre despavorido por el miedo al fuego, en la tarde-noche o noche cerrada, mientras le caen las brasas sobre la cabeza, quemándole ojos y cara.
Se hace de noche, lo que desorienta al toro.
La colocación y encendido del artilugio le provoca estrés, dolor y pánico, estando además fuertemente amarrado.
Su carrera por las calles huyendo del fuego que lleva sobre la cabeza es interminable.
En ocasiones, además de antorchas le ponen fuegos artificiales.
Su huida está acompañada de golpes y ataques de los participantes, que además suelen ir tirando petardos.
Las pavesas caen sobre su cabeza y su cuerpo.
Si no mueren o los matan en una de estas fiestas, se reutilizan para otros pueblos en los días siguientes.
- Correbous/Toro ensogado:
En Catalunya, concretamente en las Tierras del Ebro, se celebran correbous: los embolats (toros de fuego) y capllaçats (ensogados).
En verano cada día se producen esas salvajadas a los toros, allí todos los pueblos tienen como número principal de fiesta los “correbous”. La Generalitat de Catalunya autoriza tal barbaridad,…cuando incluso en Andalucía están prohibidos los toros de fuego. El ensogado consiste en atar al animal a un camión con cuerdas y hacerlo correr y caminar por pendientes hasta que cae agotado, mientras recibe humillaciones y golpes por parte de todos durante su recorrido.