Hay antitaurinos abolicionistas, como nosotros, también los hay bienestaristas, es decir, estarían conformes con que existieran las corridas de toros sin sangre. También los hay con un gran potencial de afán de protagonismo, los hay ególatras, los hay predicadores, reflexivos, pero todos éstos últimos no aportan nada a la lucha contra la tauromaquia, simplemente interfieren y dificultan la labor de los que desde hace años trabajan por la abolición del especismo y/o tauromaquia. Muchos de nosotros cometemos errores que debemos servirnos de ellos para mejorar, y eso se consigue de una sola forma, reconociendo el error y poniendo la suficiente voluntad para enmendarnos y no volver a cometerlos, sobre todo si las vidas de otros dependen de nuestra lucha. Y la ola desencadenante que viene sucediendo en los últimos tiempos de páginas y grupos antitaurinos en foros y redes sociales, por el simple hecho de amontonar una lista interminable de miembros o admiradores, sin ningún contenido de interés ni actualizaciones, hacen que el activismo esté fragmentado en mil pedazos y con bastante confusión.
Hace días encontré esta interesante entrevista del año 2005, que le hicieron a un maestro animalista, que lleva años trabajando por el bien de los animales, no sólo por los toros, y es un buen entendedor de cómo se debe llevar una noticia con claridad y honestidad para que se convierta en una noticia con credibilidad. Una persona sin soberbia, que corrige con tolerancia y que habla con certeza porque es buen conocedor del tema, una persona que no hace amarillismo de ninguna noticia, ni miente. Alguien a quién deberíamos imitar si queremos transmitir el mejor mensaje de solidaridad con los animales. Él es Luis Gilpérez Fraile, vicepresidente de ASANDA, una asociación animalista de auténtica credibilidad y honradez.
"13/Septiembre/2005
LUIS GILPÉREZ FRAILE, “GRAN PADRE” DEL ANIMALISMO ESPAÑOL
ENTREVISTA
No hace falta presentar a uno de los grandes estandartes del animalismo español, Luis Gilpérez Fraile, porque se le conoce sobradamente tanto por emblemáticas obras como “La vergüenza nacional” o “Bullarum” como por su vicepresidencia en ASANDA (www.asanda.org) y por su gran bondad. Gilpérez es el “gran padre” que todos los jóvenes que comenzamos a involucrarnos en la lucha animalista activa tenemos. En él siempre encontramos repuestas de esperanza, de calma y de tolerancia, además de una objetiva y precisa información sobre distintos temas animalistas -entre ellos y sobre todo el taurino- sobre los que le consultamos sin cesar, pues él, a pesar de sus múltiples ocupaciones, nunca deja de responder y lo hace con celeridad, desmontando así el tópico del “escritor en torre de marfil”.
T.H.: Luis, todos los animalistas conocemos tu obra “La vergüenza nacional”, pues fue uno de los primeros libros que denunció con contundencia el negocio y la aberración taurina. ?Cuánto tiempo te llevó escribirlo?
L. G.: Ha habido otros anteriores, incluso de pluma taurina (p.e. Los Cuernos), y no olvidemos a Noel, Cassius, etc. Escribirlo fue relativamente rápido; lo trabajoso fue recopilar y ordenar la información.
T.H.: ?Encontraste muchas trabas para su elaboración y edición?
L. G.: Ahora que ya no existe puedo contar que pedí permiso para acceder a documentos del CAE (Comité Antitaurino Español) y ni siquiera me contestaron?? Editarlo fue facilísimo: mi editor estaba por la labor y colaboró en todo, incluso donó un 10% de la edición a las asociaciones antitaurinas que cito en el prólogo. Me consta, porque tengo las copias, que recibió algunas presiones de algún ganadero y familia taurina para que retirase la edición del mercado?? Obviamente no hizo ni caso.
T.H.: “La vergüenza nacional” ya está agotado. ?Piensas reeditarlo, quizá en una versión actualizada?
L. G.: Sí, no lo esperaba, pero al año de salir la edición se agotó técnicamente (eso significa que en los almacenes de la editorial no quedaban ejemplares). Me han comentado algunos libreros que tuvo más compradores taurinos que antitaurinos (el morbo es el morbo). Yo nunca lo reeditaré ni lo actualizaré.
T.H.: ?Por qué? Nos consta que sigue habiendo una gran demanda del libro.
L.G.: Me gusta escribir, pero de asuntos agradables. Se me van las horas cuando escribo de montaña, de espeleología??, pero de asuntos tan crueles, no es plato de mi gusto, creo que ya cumplí. El que tenga interés por el libro, lo puede leer gratuitamente en www.antitauromaquia.com. También me han pedido permiso para traducirlo al francés y al inglés, y he dicho que sí, desinteresadamente, por supuesto. Pero parece que los traductores se atascan??
T.H.: A veces los medios de comunicación te requieren para debates o comentarios en noticias sobre los animales. Estando como estás en el ojo del huracán animalista, ?has sido amenazado alguna vez de alguna forma?
L. G.: Sí, pero por mi trabajo en Asanda??
T.H.: Y tú, sin embargo, no abandonas la militancia de ninguna de las maneras… ?Te has sentido alguna vez tentado a tirar la toalla de la lucha animalista?
L.G.: ?Y cómo iba a dormir? No soy creyente, pero un sentido ético me dice que tenemos la obligación de dejar este mundo algo mejor de lo que lo encontramos?? Cada uno puede mejorar lo que quiera de este mundo. A mí me parece que el trato de los humanos hacia los no humanos es uno de los aspectos muy mejorables, así que me he impuesto un trabajo fácil. Quiero decir que, a poco que se haga en ese campo, algo se mejorará este mundo.
T.H.: En tu labor como vicepresidente de ASANDA, ?qué éxito habéis conseguido que más habéis festejado?
L.G.: Los éxitos parciales nos alegran, pero tienen poco valor. Me gusta más que me digan que somos “moscas cojoneras”, que continuamente estamos molestando al sector taurino y al sector de la Administración implicado. Ahora se sienten vigilados, saben que siempre nos tienen detrás, que ya acabaron sus días de caciques.
T.H.: Y eso se nota cada vez más: en los programas de televisión en que usan animales, siempre nos dicen que no nos preocupemos los espectadores, que “estos animales no sufrirán ningún daño”, y esto se debe, como tú dices, al cerco que durante años habéis cerrado las asociaciones sobre los antaño intocables “caciques”.
L.G.: Sí, pregunta, en privado, a algún funcionario de la administración andaluza sobre Asanda y, si tiene alguna relación con temas animalistas, ya verás que menos “guapos” nos dice de todo, lo cual nos dignifica.
T.H.: Tu amor a la naturaleza, al montañismo, al escultimo, te llevaron a crear la editorial Risko (www.riskoes.com), centrada en libros informativos sobre dichos temas.
L.G.: Estuve muchos años escribiendo para Penthalon y algunos siendo el director de su colección “Aire libre”, cuyo primer director fue Joaquín Araujo. Si Penthalon hubiese continuado, seguramente hubiese seguido publicando en ella. Pero cerró y preferí editar mis manuales en la empresa familiar en la que trabajo. Así que creamos una pequeñísima editorial de manuales técnicos para actividades de aire libre. Si de mayor tengo tiempo??, los libros es una de mis pasiones.
T.H.: ?De mayor? ?Podemos saber cuántas caídas de hojas han contemplado tus pacíficos ojos desde el balcón de tu barba bíblica?
L.G.: Era broma, mayor soy ya con 55 primaveras (en realidad, las últimas son otoños)
T.H.: El animalismo español adolece de riñas y malos entendidos entre muchas de sus asociaciones, que hacen que la lucha se fragmente. ?Cuál crees es el principal problema de esto?
L.G.: Ya que lo mismo ocurre en todos los sectores de la ciudadanía, habrá que pensar que no es un problema de los animalistas, sino del carácter español. Tal vez haya muchos taifas por haber muchos califas??
T.H.: ?Qué obras tienes ahora entre manos?
L.G.: Disfrutar de mis nietos, de la familia, de las montañas, de mi trabajo. Y a ratos, poco a poco, actualizo un manual de GPS (es un tema en constante evolución) y no olvido un viejo proyecto de cabuyería que no voy a explicar.
T.H.: A la luz de los grandes avances que ha habido en el antitaurinismo, podrías pronosticar, permitiéndote décadas de error, el tiempo en que se abolirá la tauromaquia?
L.G.: Te lo diré al día: el mismo tiempo que tardemos en conseguir políticos honestos.
T.H.: ?Qué consejo les dirías a los jóvenes que comienzan a concienciarse o a luchar activamente en el animalismo?
L.G.: Que lo hagan mejor que nosotros, pero que no olviden que lo intentamos".
Vía: nuestronombre.es