Con todo su esplendoroso poderío va y anuncia que declarará la fiesta taurina en la Comunidad de Madrid Bien de Interés Cultural. ¿Ha convocado acaso un referéndum para pedir la opinión del pueblo madrileño?
Vamos a desmantelar las actividades desconocedoras por muchos de la glamourosa señora Aguirre.
Casada con Fernando Ramirez de Haro y Valdés, conde de Murillo Y Grande de España, importante empresario ganadero, se convierte por lo tanto en condesa consorte de Murillo y Grande de España. Además posee el título de Dama Comandante del Imperio Británico, concedido personalmente por la reina Isabel II de Inglaterra.
Con este sencillo resumen de ella se puede comprender todo su interés en que la tauromaquia no fracase en este país. Y eso no lo iba a permitir ya que se beneficia de las subvenciones de la UE para sus ganaderías familiares.
Y descaradamente y sin cortarse un pelo dice que sería estupendo que la UNESCO reconociese su fiesta. ¿Pero a qué juega esta mujer aparte de a chupar cámara y a creerse la dueña de Madrid?
“La tauromaquia es el malhadado y venal arte de torturar y matar animales en público y según unas reglas. Traumatiza a los niños y a los adultos sensibles. Agrava el estado de los neurópatas atraídos por estos espectáculos. Desnaturaliza la relación entre el hombre y el animal. En ello, constituye un desafío mayor a la moral, la educación, la ciencia y la cultura“ (UNESCO)
¿A quién quiere engañar Esperanza Aguirre? ¿Y que mensaje quiere transmitir fotografiada con ese capote? ¿Quizás nos quiera torear a todos como a cualquier vaquilla de su ganadería?
Señora Aguirre, que en esta vida todo se sabe. Y los taurinos no son más listos que los demás. Cometen ustedes muchos errores, pero claro, mientras los paguen los ciudadanos, ustedes se van enriqueciendo a costa de nuestros impuestos y de la tortura y sacrificio del noble animal.
¿A quién quiere engañar Esperanza Aguirre? ¿Y que mensaje quiere transmitir fotografiada con ese capote? ¿Quizás nos quiera torear a todos como a cualquier vaquilla de su ganadería?
Señora Aguirre, que en esta vida todo se sabe. Y los taurinos no son más listos que los demás. Cometen ustedes muchos errores, pero claro, mientras los paguen los ciudadanos, ustedes se van enriqueciendo a costa de nuestros impuestos y de la tortura y sacrificio del noble animal.