En este reportaje de RTVE se dan datos concretos desde cuando el toro es seleccionado para los festejos y secuestrado en el campo, en grupos entre machos porque son separados de las vacas, con lo que según anteriores declaraciones de veterinarios ésto hace que la homosexualidad entre ellos sea fundamental ya que les privan de toda naturaleza propia del animal, hasta que muere o en una plaza de torturas, en algún festejo para garrulos o en el matadero porque no sirva para dar un buen espectáculo a esos cuatro viejos borrachos que acuden a ver alguna corrida gracias a los bonos reducidos que reparten algunas peñas para intentar mantener viva una fiesta cadavérica.
El reportaje no tiene desperdicio, entre la información y los diálogos de la afición geriátrica podemos comprobar que la "fiesta" de los poderosos mafiosos que sin ningún escrúpulo ni vergüenza la siguen defendiendo, apoyando y legalizando (a base de manipulaciones), no interesa a la mayoría de la gente.
Y una vez más se puede confirmar que esta barbarie está dirigida a un sector turístico, previamente engañado con la alegría de los vinillos del país, escondiéndoles una sangrienta actividad para enriquecer a unos pocos, y que no pueden mantener porque la poca afición que tiene está algo senil.
Y entre garrulos miserables, negociantes indecentes y lameculos ambiciosos intentan engañar a todo aquel que no ve más allá de la belleza de un noble animal majestuoso que lo pintan como salvaje y bárbaro para endiosar a los torturadores, marionetas éstos de los que les facilitan toda clase de lujos y comodidades a cambio de asesinar toros públicamente como diversión sádica para enfermos dementes, la mayoría personajes distinguidos, que van a disfrutar con el derramamiento de la sangre del animal y descargar así sus frustraciones.
"Al margen de la polémica sobre la prohibición o no de los toros en la comunidad catalana, lo cierto es que en España el toro bravo está herido en crisis. En los últimos años, los festejos taurinos se han reducido hasta un 50% en parte por culpa de la crisis económica y en parte por la falta de interés que genera la fiesta entrea la gente más joven. A la ganadería de los hermanos Quintas, en plena dehesa, se le acumulan las reses. Los ayuntamientos ya no le compran tantos toros o novillos para corridas o encierros. Algunos de esos animales acabarán en el matadero y se pagarán a un precio de 500 cuando su venta para la fiesta podía llegar hasta los 3.000 . En Tudela de Duero, en Valladolid, unos cuantos novilleros buscan una oportunidad en alguna plaza. No hay trabajo y algunos han puesto a la venta sus trajes de luces para poder sortear el bache económico. Ganaderías como la de Cebada Gago en Sevilla ha abierto sus puertas a los turistas, es una manera de sacar algo de beneficio económico a la cría del toro de lidia."
Repor - El toro herido de la crisis
Vía: rtve.es