El debate de ayer en el Parlament de Catalunya fué espectacularmente cómico por parte de todos los protaurinos presentes y comparecientes. Entre las ridículas intervenciones de los tauricidas Esplà y Serafín, amigos de la protaurinísimadiputada y QUERIDA amiga de Balañá, Eva García, que más bien parece la portavoz personal del taurodiputado Rafel Luna, amigo íntimo también de Balañá, quién dirige el cotarro tauromáquico que defiende los intereses de los más poderosos empresarios taurinos, a través de manipulaciones y falacias, porque no existe ningún argumento que pueda defender una masacre hecha POR y PARA re-pe-ti-mos diversión y lucro de unos cuantos, llámenles asesinos o criminales, palabras que no gustan precisamente a los que saben que ya han pasado a la historia como lo que son, y con algunas perlas como "¿Defendería usted el boxeo?" (Albert Rivera, que comparó el riesgo del toreo con una carrera de motos). "Déjenos a los aficionados que cerremos las plazas de toros cuando nos dé la gana" (Rafael Luna). La narración "nostálgica" personal del taurodiputado David Pérez de cómo disfrutó una tarde como Presidente de Honor de una corrida de toros en Jerez de la Frontera. Las declaraciones y manipulaciones "científicas" del tauroveterinario Illera que hablaba y eructaba a la vez, algunas como "según la categoría de la plaza, mejor es el estoque", "un toro de mejor calidad, sufre menos estrés". "Quieren prohibir la profesión de torero" (Serafín). "No puedo abrazar la imposición de la piedad y la compasión, nunca he sentido piedad del toro cuando le he atravesado la espada porque el toro muere en actitud arrogante", "el toro no se defiende, ofende", "los toreros somos creadores y el toro pone su voluntad y nosotros ponemos nuestra vida" (Esplá). En resumidas cuentas, todo un teatro muy mal ensayado, con prisas y muchos nervios que como resultado dió un total fracaso a ojos del espectador que iba a presenciar una obra en la que explicaran buenos argumentos para convencer al público de que su obra era maestra, pero quedó en resúmenes de panfletos bajos de calidad y con bastante vulgaridad por parte de sus actores.
Pero algo muy grave salió de la boca de la taurodiputada Eva García cuando malintencionadamente preguntó a Jordi Portabella "¿donde estaba usted mientras Copito de Nieve agonizaba de muerte ante el público?", y aquí sí queremos hacer constar que esa grave acusación es una falacia (y queremos aprovechar para decir que tampoco creemos que los zoológicos sean el lugar adecuado para tener a un animal apartado de su hábitat natural como medio educativo para los niños ni como espectáculo para nadie), porque el gorila había sido retirado del recinto público y estaba internado desde hacía días en el departamento veterinario del zoo. Y como el tiempo lo pone todo en su sitio, y sólo el tiempo nos da la razón a los que la tenemos, aquí mostramos un artículo de La Vanguardia donde se puede comprobar que la señora García, vuelve a manipular y a falsear una documentación con una sola intención, la de desprestigiar a los antitaurinos. Pero nos parece, aparte de los intereses que pueda tener esta taurodiputada en favorecer a sus amigos protaurinos, de una inhumanidad y crueldad tal, digna sólo de un estratega sucio y peligroso, porque con esa declaración consigió hacerle daño personalmente a Portabella que visiblemente se emocionó al darle la auténtica explicación sobre la retirada de Copito de Nieve antes de que falleciera.
Si por una parte nos descojonamos con las ridículas y nefastas intervenciones de los protaurinos, por otra parte nos sentimos muy orgullosos de que los comparecientes antitaurinos hayan dado a los protaurinos clases de ética, moral, cultura y también de decencia, educación, saber estar, elegancia, serenidad y honestidad, elementos todos éstos carentes en las comparecencias de los protaurinos.
No se sabe aún la decisión última que pueda llevar este debate a una victoria o a un fracaso por parte de defensores y detractores de la vergonzosa "fiesta nacional", pero lo que sí está bien claro que en el ambiente se huele a abolición, y eso es algo que los protaurinos con sus miedos, sus inseguridades, sus manipulaciones y sus falacias están haciendo constar a cada paso que dan y a cada palabra que pronuncian. Y a que los antitaurinos aparte de ir debidamente documentados, nunca tuvieron que echar mano a la falsedad, porque sólo hay un razonamiento valedero, las corridas de toros son espectáculo primitivo, denigrante y repugnante que deben ser abolidas inmediatamente por el bien de la salud de una nueva sociedad que no quiere vivir en el pasado ni amparada en tradiciones crueles, una sociedad que NO QUIERE esa mierda entre ellos, y que la mayoría del pueblo español así lo votaría si se llegara a convocar un referéndum nacional; y porque el toro no es un objeto, es un animal noble y doméstico, no es un depredador, y sufre y siente igual que todos los seres vivos, y no hay ningún derecho humano a humillarlo, torturarlo y sacrificarlo públicamente con el único objetivo de enriquecer a unos cuantos y divertir a otros, unos por indecentes negociantes de la sangre inocente y otros por incultura y/o demencia.